Archive for abril, 2015


The Big Lebowski

1998 - The Big Lebowski

Directores: Ethan Coen, Joel Coen
País: Estados Unidos
Traducción: El Gran Lebowski
Año: 1998

Así como en el caso de «Groundhog Day» (1993), comentada anteriormente, esta película es otro clásico moderno que no podía estar ausente en este rincón dedicado a la crítica de cine. «The Big Lebowski» incluso se ha convertido en objeto de culto, con variados productos relacionados a la película que se venden y conferencias de parte de sus protagonistas que hasta el día de hoy ocurren.

Y es que en esta película confluyen muchos elementos del buen cine: en primer lugar encontramos el guión y dirección de los hermanos Coen en su mejor forma, llenando la película con detalles que la hacen fácilmente identificables con el espectador pero sin dejar de lado la inteligencia y la dosis adecuada de buen gusto narrativo y estético. Los personajes son bien definidos y queribles, todos tienen la participación precisa en el desarrollo de la historia, y por supuesto son interpretados por actores a la altura del desafío (Jeff Bridges en el protagónico, secundado por John Goodman, Julianne Moore, Steve Buscemi, John Turturro, y el fallecido Phillip Seymour Hoffman). En este punto cabe mencionar la perspicacia de los hermanos Coen para crear una recordable escena introductoria que engancha inmediatamente al espectador y que ha pasado a ser un referente obligado para otras películas que intentan transitar por esta senda.

Seguimos la historia de «El Dude», apodo del cual no tiene sentido hacer la traducción pero que existe y es fácilmente identificable en cualquier parte del mundo: un holgazán cuyas única preocupación es sobrevivir al margen de la sociedad, sin causar ni meterse en problemas. Una filosofía de vida que parece simple pero que requiere de cierta preparación, por ejemplo vemos a lo largo de la cinta  que «El Dude» practica algún tipo de meditación oriental y además lee «El Ser y la Nada», de Jean Paul Sartre. Pero el azar le tiene reservado una aventura única a nuestro protagonista que no podrá evadir: «El Dude» es confundido con un multimillonario de quien algunas personas quieren obtener dinero, y esto rápidamente terminará involucrándolo, junto a sus amigos, en situaciones hilarantes y con otros personajes igual de particulares: un productor de películas pornográficas y sus matones, un mayordomo muy al estilo Smithers en Los Simpsons, una feminista acérrima que también querrá obtener algo del «Dude», un grupo de «nihilistas» alemanes (entre los que se encuentra «Flea», de los Red Hot Chili Peppers), y por supuesto los amigos del protagonista: un violento veterano de Vietnam para quien toda clase de temas se puede relacionar con sus experiencias en la guerra, y Donnie, un carismático personaje sobre quien pesa la teoría de si es real o no, lo que queda a interpretación del espectador, como en toda buena película. También merece una mención especial Jesús Quintana, quien en sus pocas escenas le añade color y contexto a la historia.

Finalmente, esta es una de las comedias mejor logradas en el cine moderno precisamente porque tiene un sentido del humor inteligente pero a la vez accesible a todo el mundo (lo que suena redundante pues «inteligente» no debiera ser nunca sinónimo de «elitista»), la historia fluye a buen ritmo de principio a fin, la narrativa nunca decae, y los personajes son accesibles e identificables en la vida real. Por todo esto, «The Big Lebowski» es altamente recomendable.

St. Vincent

2014 - St. VincentDirector: Theodore Melfi
País: Estados Unidos
Año: 2014

Lo primero que debo decir acerca de esta película es que es de lo mejor del 2014 y que es profundamente emocional, tanto en su contenido como en la conexión que logra con uno como espectador. Al menos en mi caso me tuvo al borde del colapso emocional casi desde el principio y hasta el final. Puede que sea un asunto personal y del momento por el que atravieso, pero bueno, este es un blog de críticas de cine totalmente subjetivo así que me permito contar estos detalles.

Además se trata de una película que cumple corréctamente con los estándares del cine actual. Con esto me refiero a número de escenas, banda sonora, uso de los colores, enfoques, , es predecible de principio a fin, entre otros. Es decir, uno puede fácilmente imaginarse al director, montajistas, camarógrafos, etc. siguiendo paso a paso un manual de cómo hacer películas. Entonces, ¿Cómo es que logra ser tan recomendable?

La respuesta está en el poder del guión e interpretación de los actores. El trío principal (Bill Murray, Melissa McCarthey y Naomi Watts) lucen geniales en sus roles, pero sin embargo el niño protagonista (Jaeden Lieberher) se roba la pantalla con la mezcla perfecta de inocencia y determinación, además de presentar la evolución de su personaje magistralmente y sin sobresaltos. Como dije, la historia es predecible desde el comienzo: Un hombre ya entrado en años y de terrible carácter conoce a sus nuevos vecinos, una madre y su pequeño hijo, sus historias se entrelazan y terminan transformando las vidas de todos para bien. Todo esto con la intervención justa y precisa de los personajes secundarios (Naomi Watts en el papel de una prostituta rusa embarazada y Chris O’Dowd (The IT Crowd) como un sacerdote irlandés que imparte clases en la escuela donde estudia el niño protagonista. La forma en que son narrados los acontecimientos y la forma en que los personajes van cambiando e interactúan entre  ellos es la verdadera riqueza de la película, y que nos mantiene atentos durante todo su desarrollo.

Emparentada diréctamente con otras películas de este tipo, como «Gran Torino» (2008), incluso hasta en cierto tipo de acontecimientos que ocurren durante su desarrollo y en el hecho de intentar retratar la realidad actual interracial de los países desarrollados (y los en vía de desarrollo también), «St. Vincent» es una película que nos hace pasear empáticamente en un carrusel de emociones desde el drama hasta la comedia y nos devuelve con más de lo que traíamos, y probáblemente podemos relacionar a alguno de los personajes con alguno conocido de nosotros en la vida real, y en el mejor de los casos, con nosotros mismos.

Still Alice

2014 - Still Alice

Director: Richard Glatzer, Wash Westmoreland
País: Estados Unidos
Traducción: Siempre Alice
Año: 2014

Como la propia protagonista dice en algún momento de la película, para alguien quien ha dedicado su vida al estudio y transmisión de conocimientos sobre la comunicación (específicamente Lingüística en este caso), la enfermedad de Alzheimer es uno de los peores enemigos a los que una persona puede enfrentarse, y lamentáblemente cada vez hay más y más pacientes con esta enfermedad. Ya decía Nick Cave en «20,000 Days On Earth» (2014), que uno de sus mayores miedos es perder la memoria, porque a medida que avanza el tiempo y se acerca la vejez, comenzamos a vivir en los recuerdos.

«Still Alice» es una conmovedora y cruda historia, que puede convertirse en película de terror para alguien que tema a la enfermedad de Alzheimer, al ser esta un fantasma terrible que ataca silenciosa y dolorósamente, provocando un sufrimiento constante mientras se desarrolla, y terminando en la dependencia total hacia los cercanos por parte de su víctima en la mayoría de los casos. Un trauma en donde los milagros no existen y el deterioro es progresivo. Esto es lo que se intenta retratar en la película, y como objetivo se logra bien.

Sin intentar ser más dramática que el tema tratado en sí, la película se desarrolla con un ritmo correcto a pesar de lo vertiginoso del avance de la enfermedad en la protagonista. Se hace énfasis en cómo se ve afectado el ámbito laboral de quien alguna vez fue una exitosa académica, en la posibilidad de considerar el suicidio como solución y cómo afronta esto una mujer con carácter y entereza que sabe que perderá todo con el tiempo, pero sobre todo se hace énfasis en el círculo familiar de la protagonista, y en cómo todos se verán afectados y reaccionan ante la paulatina «desaparición» de la esposa y madre, más cuando se descubre que el gen causante del mal podría haber sido transmitido hacia alguno de sus hijos.

Y luego tenemos a Alice luchando día a día contra su deterioro a sabiendas que perderá, intentando adaptarse a su nueva realidad y aprendiendo a perder y seguir perdiendo cada día. Todo esto interpretado impecáblemente por Julianne Moore, quien recibió el premio a mejor actriz en los Oscar 2015 por esta actuación, y es un premio bien merecido, pues la película es lineal y lacónica (no veo forma de que hubiera sido distinta sin perder realismo) y se soporta casi en su totalidad sobre ella. Los actores secundarios están bien, pero podrían haber sido más relevantes sin haber llegado a la exageración. Vemos algunos conflictos familiares presentados pero inconclusos (entre las hijas de Alice), echamos de menos el proceso por el que pasa el marido de Alice, y la tensión inevitable entre la madre y la hija menor es resuelta un poco forzádamente. Todos estos puntos fueron puestos así supongo deliberadamente para no menoscabar al protagónico y su desarrollo, pero habrían sido un buen condimento que  sí vemos, por ejemplo, en algunas películas familiares italianas, sólo por mencionar algo.

Sin llegar a ser una película que vaya a trascender en el tiempo más que por la interpretación de Julianne Moore, «Still Alice» propone esta enfermedad como tema de discusión, y lo aborda respetuósamente. Tiendo a pensar que esa era la intención detrás de  su génesis.

Selma

2014 - Selma

Directora: Ava DuVernay
País: Estados Unidos
Año: 2014

Cuando se trata de retratar y recrear la vida de personajes históricos en el cine, siempre se corre el riesgo de sobrevalorar al personaje en cuestión, o como en muchos casos, pasar por alto pequeños detalles que son los que en realidad moldean la grandeza de la mujer u hombre en cuestión. Más aún cuando se intenta capturar la vida completa de alguien: puede que el resultado sea una obra de proporciones épicas, como la archiconocida Jesus de Nazareth, o bien películas larguísimas y soporíferas que diluyen la importancia histórica de quien se quiere contar. También existe el recurso de focalizar un período de tiempo relativamente corto en el que el personaje consiguió algún hito importante, y que a mi parecer esto entrega resultados más acertados. Precisamente es el enfoque usado en «Selma».

La película comprende un período de tres meses del año 1964 en la vida y obra de Martin Luther King, comenzando con la ceremonia del premio Nobel con el que fue galardoneado hasta la obtención efectiva del derecho a voto para la población de raza negra en Estados Unidos, puesto que técnicamente ya tenían ese derecho constitucional pero en la práctica no se cumplía debido a las abusivas trabas de la supremacía blanca. El eje central de la película es una multitudinaria marcha pacífica que el carismático líder convocó en un pueblo llamado Selma, marcha que llegaría hasta Montgomery, capital del estado de Alabama, símbolo de la dominación blanca por ese entonces.

En este período conocemos al líder en variadas facetas, desde sus potentes y emotivos discursos públicos, su relación con cercanos, amigos y enemigos, sus negociaciones con el presidente de la nación de ese momento (Lyndon B. Johnson), hasta momentos de intimidad familiar y fragilidad en los que Luther King (convincentemente interpretado por David Oyelowo) duda de su propósito pero también encuentra la fortaleza necesaria para seguir adelante aún cuando todo parece estar en contra.

El reparto se completa con excelentes actuaciones provistas por Tom Wilkinson, Tim Roth y Oprah Winfrey, a quienes se les ve inspirados y empoderdos en la caracterización de sus personajes en una película que narra de muy buena manera un hito tan importante en la historia de Estados Unidos. La película fue dirigida por Ava DuVernay, siendo la única dirigida por una mujer nominada en la última entrega de los premios Oscar en la categoría «mejor película», y la dirección femenina se nota en cuanto al tratamiento de pequeños detalles que proveen de emotividad y realismo a la cinta, así como en momentos realmente violentos que traspasan la pantalla y conectan con uno como espectador dolorosamente, basta ver el logrado contraste entre las dos primeras escenas iniciales y la que sigue para entenderlo, y todo esto en menos de cinco minutos de duración.

Sin caer en fanatismos ni parcialidades, la película es un excelente retrato de un hito histórico, y puede ser usada incluso como recurso pedagógico en las escuelas de ese país o en cualquier lugar en donde se intente enseñar historia reciente de Estados Unidos. Para el resto del mundo, es una representación honesta de las luchas de poder que ocurren en todos los países, una lección de ética, madurez y fortaleza espiritual que se convierte en modelo para las batallas sociales producto de la desigualdad social en todo el mundo.