Director: Darren Aronofsky
Traducción: La Ballena
País: Estados Unidos
Año: 2022

«¿Quién querría que fuera parte de su vida?»

Una vez sorteadas las impresiones iniciales previas a ver la película, como el peso del curriculum del director, el regreso de Brendan Fraser a un rol principal y un trailer muy prometedor, llega el momento de enfrentarse a la película en sí, y esto es lo que aprecié:
Sin saber que se trataba de una adaptación teatral, fue lo primero que noté desde la primera escena. Esto no es necesariamente malo, sino que me preparó mentalmente para esperar ciertas estructuras en el desarrollo de la trama y a la vez esperar la forma en que se romperían esas estructuras, lo que finalmente nunca ocurrió. Desde la escena inicial cuya misión es impactar rápidamente, y que realmente no conecta con el tono que sigue en toda la película, y luego el apuro en mostrar la importancia del ensayo sobre Moby Dick, en vez de intrigarme en la historia se me hizo predecible y sólo esperé que la conexión de cabos sueltos fuera coherente. Eso sí ocurre.
Nuevamente, esto no es una crítica negativa: la película entrega justamente lo que promete y un poco más, lo que es suficiente para clasificarla dentro de la categoría de buenas películas. Y ese poco más se encuentra en el desarrollo de personajes y en la forma de entremezclar la historia misma del protagonista y el paralelo con la mencionada novela Moby Dick. Este elemento se expresa en la interpretación a la que están sujeto los pocos personajes que conforman la trama y sus motivaciones. El desarrollo de los personajes está hecho en forma delicada y concretado de manera sobresaliente por cada actor. Poco a poco vamos conociendo la historia y verdades de cada uno, a la vez que entendemos el por qué el personaje principal es el eje gravitante sobre el que orbitan los demás.
Sin embargo, para cualquiera que conozca un poco más de la filmografía de Aronofsky, la trama principal de reconexión de un padre y su hija resultará familiar y reconocible en otra de sus películas: «The Wrestler» (2008). Por otra parte, la imagen religiosa también es un elemento fuertemente presente otras de sus películas, como «Noah» (2014) y «Mother (2017). En otras palabras, esta obra teatral sirvió como el vehículo perfecto para volver a mostrar estos temas de alta importancia para el director, y que probablemente considera necesario mostrar al público mezclados con otros temas actuales como la vida en aislamiento, la ansiedad y los sentimientos de autodestrucción.
Todo esto, como mencioné, se hace de muy buena manera gracias a las capacidades de todos los actores en sus roles, en los que muestran varias capas de complejidad psicológica de forma pausada a través de los diferentes actos, o días en el formato película, en que transcurre la historia. El drama tampoco falla: la historia de un protagonista que no lucha por salvar su vida, sino por buscar la redención al querer saber que ha hecho algo bueno en su vida (pero que finalmente ocurrirá en otro personaje) es imbatible y efectiva. Personajes que lo condenan pero que (a veces involuntariamente) también lo ayudan en su propósito. Una sociedad que le entrega un espacio para existir pero para quien también resulta repugnante. Todo esto es tierra fértil para un buen drama, aunque finalmente todo se ve forzado, sin ánimo de esconderlo.
El diseño sonoro y la música podría haber sido mejor, se nota muy funcional y poco propositiva. Creo que podría haber sido un elemento que aportase mucho más a la película, sin embargo, cumple su trabajo al límite de lo suficiente.
En conclusión, «The Whale» es una película pertinente y necesaria en la actualidad (¿el fin de los tiempos?), pero a la cual no le veo mayor trascendencia en la historia del cine. Una trascendencia que tampoco es buscada, y nos muestra a un director en edad madura contando exáctamente la historia que quiere contar y de la forma que él elige, despojado ya de todo delirio de grandeza y preocupado de que todo quien vea la película pueda llevar su propia interpretación, desde niveles básicos hasta otros mucho más complejos.